Aprovecha la terraza del hotel para disfrutar de impresionantes vistas y un ambiente relajante en las noches. Es un lugar perfecto para tomar algo con amigos.

el hotel es brutal, la ubicación es perfecta, justo en el centro. la decoración es de lujo y la habitación súper cómoda, no quería irme. el desayuno está de locos, puedes pedir cosas riquísimas como los huevos benedictine. el personal es un amor, siempre atento y dispuesto a ayudar. la terraza es un must, ideal para relajarse un rato.

el aire acondicionado a veces falla y tuvimos unos problemas con la limpieza del cuarto. además, el servicio en la terraza podría mejorar bastante.

La habitación es increíble, con una cama enorme y dos lavabos en el baño. La única pega fue el servicio de limpieza, que no fue eficiente. Pero, ¡volvería sin dudarlo! 😊

cerca de todo lo que necesitas para pasear en bilbao

Mi estancia fue increíble, la ubicación es inmejorable, con el Casco Viejo a menos de 10 minutos a pie y muchos restaurantes deliciosos justo en los alrededores, lo que me permitió disfrutar de cada rincón de la ciudad sin perder tiempo en trasladarme. la amabilidad del personal me hizo sentir como en casa, lo que hizo que mis paseos fueran aún más agradables.

Familias que buscan un buen descanso

Increíble la comodidad de las camas, eran como dormir en nubes. Además, el minibar lo habían llenado con chocolatinas de regalo que estaban buenísimas. La atención de la recepción fue sobresaliente, siempre dispuestos a ayudar con una sonrisa y tips sobre la ciudad.

No fue barato, pero se puede aceptar.

Desayuno y ubicación increíbles

La ubicación es top, super cerca del casco viejo y del Guggenheim. El desayuno de buffet estaba de lujo, y los platos calientes que pedí estaban riquísimos. La habitación era amplia y cómoda, pero el aire acondicionado a veces hacía ruido. En general, me encantó la experiencia.

Estancia increíble, habitación moderna y vista a la ciudad. El personal siempre dispuesto a ayudar. La terraza es perfecta para un trago antes de salir.

Cuidado! Un aire acondicionado que parece tener más vacaciones que yo.

Este lugar me encaja perfectamente. Tienen un bar genial, un restaurante con opciones riquísimas y un gimnasio. En mi primera estancia, el personal me ayudó a hacer planes para la tarde, ¡un recuerdo inolvidable! Les recomiendo probar los huevos Benedictine.

una experiencia inolvidable con un desayuno delicioso y la atenta ayuda del personal del hotel en radisson collection bilbao

Desayuno sublime con variedad y frescura.

Recomiendo este hotel, es total para una breve parada

Espectacular habitación, espectacular decoración, y la comodidad de la cama junto con la calidad de las sábanas hicieron que mi estancia fuera increíble, además, el wi-fi funcionó perfectamente durante mi visita.

Todo fue fantástico

Todo bien, pero el servicio en la terraza es nefasto.

Vaya festín! Los platos de pescado que probé en el área de desayunos fueron una locura, frescos y llenos de sabor. Además, el buffet del desayuno estaba muy bien montado, especialmente la opción de ordenar platos calientes a la carta. Por si fuera poco, la terraza del hotel es un sitio espectacular para relajarte y disfrutar de la vista.

Pasé un buen rato en la azotea, pero tuvimos que esperar 25 minutos para hacer un pedido. El personal estaba a mil por hora, así que decidimos irnos. Aún así, el buen rollo del lugar lo compensa todo.

El hotel tiene una ubicación excepcional, accesible y cerca de varios lugares interesantes. La decoración es impresionante y el servicio es realmente atento. Sin embargo, el aire acondicionado funcionó de manera irregular y el servicio en la terraza fue deficiente. Por otro lado, los dulces caseros son todo un acierto y añaden un toque especial a la estancia.